Apostando por una educación sexual integral
Mi nombre es Ivón Maritza Gutiérrez Barros, docente orientadora de la Institución Educativa Carlos Restrepo Araujo del municipio de Bosconia, antes de empezar a contar la experiencia de mi colegio quiero compartirles que en la institución educativa tenemos un comité de educación sexual y en este comité, desde antes de la pandemia, habíamos desarrollado un documento del proyecto, para llevar a cabo las acciones propias de educación sexual integral; hago esta aclaración porque quiero decir que ya había una sensibilización frente a la necesidad de educar para la sexualidad.
Pero cuando se dio lo de la pandemia fue muy difícil llevar a cabo este proceso de manera concreta y formal, con el respectivo acompañamiento que se debe hacer a los estudiantes. El confinamiento, lo del trabajo en casa, se convirtieron en dificultades que trajeron más situaciones que no estaban previstas; entonces generaron desánimo y ausencia por falta de recursos de muchos estudiantes, lo que hizo que se retrasará un poco esta necesidad de educar en la sexualidad, pero también nos dejó claro la importancia y lo fundamental, hay que educar a las familias y a los estudiantes en sexualidad.
Pero toda esta situación no nos detuvo como colegio y de la mano de Proinapsa UIS y con los docentes que nos estábamos capacitando, también de forma virtual en ese momento, nos lanzamos durante la semana andina a realizar diversas actividades y acciones basados en la habilidad para la vida de la toma de decisiones; buscando así sensibilizar a los estudiantes en la importancia de esta habilidad que consiste en un proceso por el que atraviesan las personas cuando deben elegir entre distintas opciones, buscando escoger la opción que aporte positivamente a su crecimiento personal. Tomar una decisión de manera eficaz puede suponer una importante diferencia entre el éxito y el fracaso, entre el bienestar y el malestar. Y lo que inició como una actividad, se convirtió en un proceso que se siguió llevando a cabo por el resto del año.
Este proceso fue muy bien recibido por parte de los estudiantes y por parte de los docentes, lo cual quiere decir que la experiencia fue bastante favorable, porque enriqueció el proceso de acompañamiento al estudiante no solo desde lo académico, sino que abrió otras perspectivas en cuanto a la integralidad de la educación. Creo que esto es lo que más importante que me queda de esta experiencia, y estoy segura que a partir del 2022 se va a dar un verdadero proceso de transversalidad y de formación continua, con la implementación del programa de educación para la sexualidad y construcción de ciudadanía y convivencia de la institución.
A continuación, una muestra de las actividades realizadas por los estudiantes:
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